lunes, 5 de octubre de 2015

Marketing 3.0


Curso: Tecnologías de la Información y Comunicación
Docente: Dra. Brenda Bahamondes García
Alumno: Miguel Ángel Cárdenas Lazo
Fecha: 05 de Octubre de 2015

TIC's


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Las Tecnologías de la Información y la Comunicación, también conocidas como TIC, son el conjunto de tecnologías desarrolladas para gestionar información y enviarla de un lugar a otro. Abarcan un abanico de soluciones muy amplio. Incluyen las tecnologías para almacenar información y recuperarla después, enviar y recibir información de un sitio a otro, o procesar información para poder calcular resultados y elaborar informes.
Si elaborásemos una lista con los usos que hacemos de las Tecnologías de la Información y la Comunicación sería prácticamente interminable:
·         Internet de banda ancha
·         Teléfonos móviles de última generación
·         Televisión de alta definición
… son algunos de los avances que nos resultan más cotidianos. Pero hay muchos más:
·         Códigos de barras para gestionar los productos en un supermercado
·         Bandas magnéticas para operar con seguridad con las tarjetas de crédito
·         Cámaras digitales
·         Reproductores de MP3
Las Tecnologías de la Información y la Comunicación están presentes en nuestras vidas y la han transformado.
Esta revolución ha sido propiciada por la aparición de la tecnología digital. La tecnología digital, unida a la aparición de ordenadores cada vez más potentes, ha permitido a la humanidad progresar muy rápidamente en la ciencia y la técnica desplegando nuestro arma más poderosa: la información y el conocimiento.
Hoy en día es imposible encontrar un solo instituto dedicado a investigar la ciencia y evolucionar la técnica que no disponga de los mejores y más sofisticados dispositivos de almacenamiento y procesado de información.
Pero no sólo eso, las Tecnologías de la Información y la Comunicación han transformado la gestión de las empresas y nuestra manera de hacer negocios:
·         Para comunicarnos con nuestro clientes
·         Para gestionar pedidos
·         Para promocionar nuestros productos
·         Para relacionarnos con la administración pública


martes, 3 de noviembre de 2009

¿Es la economía una ciencia aislada?

El muy respetado científico social francés Edgard Morin, que hace poco dictó una brillante conferencia en la Biblioteca Nacional, escribió, mucho antes de que estallara la crisis que aún perturba nuestras economías, lo siguiente: “La economía, que es la ciencia social matemáticamente más avanzada, es la ciencia social humanamente más atrasada puesto que opera sin tener en cuenta las condiciones sociales, históricas, políticas, psicológicas, ecológicas inseparables de las actividades económicas. Por eso, sus expertos son cada vez más incapaces de interpretar las causas y consecuencias de las perturbaciones monetarias y bursátiles y de predecir el curso económico, incluso a corto plazo. El error económico se convierte, entonces, en la primera consecuencia de la ciencia económica”. Repito que esta reflexión, que pareciera tener carácter profético, fue formulada varios años antes de que estallara la crisis que se desencadenó en 2008, y la he hallado revolviendo notas sobre el admirado maestro.

La cito ahora pues, desde hace unos meses, varios gurúes de la economía anuncian distintos escenarios sobre el futuro que nos aguarda. Algunos son optimistas y, citando solo lo que les conviene, son citados a su vez por la gran prensa internacional maridada con los intereses del sistema. Otros son cautos o decididamente pesimistas, y sus predicciones y advertencias circulan, básicamente, por Internet. Ostracismo decretado por los padres de la libertad de prensa en nombre de los inmensos intereses económicos que se ocultan detrás de esta 'libertad’. Ignoro quién tiene razón, pero sospecho que los profetas de turno, ateniéndome a las palabras de Morin y si no son fundamentalistas, deben tener dudas más científicamente justificadas que las mías.

Siguiendo a Morin, resulta sencillo afirmar que, mientras los saberes permanezcan encerrados en compartimentos, resultará imposible hacer un diagnóstico más o menos aproximado sobre el rumbo que, liderado por la especie humana, está siguiendo el planeta Tierra. Dice el maestro que durante el siglo XX ha habido progresos gigantescos en las distintas disciplinas especializadas pero, subraya, “estos progresos están dispersos, desunidos, debido, precisamente, a la especialización que a menudo quebranta los contextos, las globalidades, las complejidades”. Y hace una advertencia cuya cita me parece ineludible: “Las disciplinas pierden sus aptitudes naturales para contextualizar los saberes (tratar de ubicar una parte en el todo) y para integrarlos en sus conjuntos naturales”. Para agregar luego una advertencia que, desde mi punto de vista, es alarmante: “El debilitamiento de la percepción de lo global conduce al debilitamiento de la responsabilidad y al debilitamiento de la solidaridad”.

No es casual, entonces, que el orden establecido, atendiendo a sus intereses, cultive esta visión parcelada y engañosa de la realidad. Debilitar la responsabilidad y la solidaridad debilita lo social y permite que el poder del dinero ocupe su lugar y cree la ficción de un mundo mejor.

viernes, 16 de octubre de 2009

Universidades al garete

¿Por qué las universidades públicas de nuevo parecen encerradas en sus cercos perimétricos de autonomía y de ladrillo luchando consigo mismas y tratando de llamar la atención? No se trata de tomas de locales, marchas o disturbios callejeros, ni de una deriva institucional por las tempestades internas, sino más bien de una universidad en crisis que reacciona frente al abandono del programa de homologación que se inició en abril del 2006 y que ha debido concluir a fines del 2008. De nuevo las universidades públicas, teóricamente desde el 24 de septiembre, se encuentran en huelga general indefinida. Para la Fendup se trata de luchar contra políticas neoliberales más interesadas en el mercado, en la educación como servicio que se compra y se vende, que en la educación como bien público, pero considero que se trata de algo más.
Todo empezó cuando finalmente se decidió cumplir con el artículo 53 de la ley universitaria de 1983, que homologa las remuneraciones de los docentes universitarios con la remuneración básica de los magistrados del Poder Judicial. El interés por la educación superior pública parecía haber renacido, tanto como las expectativas de los universitarios. La homologación se aprobó con el DU 033 de diciembre de 2005 y el primer tramo se puso en marcha en abril del 2006. No solamente se trataba de remuneraciones, mucho antes, el 2001, ya se había iniciado la discusión de una nueva ley universitaria; se hablaba incluso, desde la gestión del ministro Nicolás Lynch, de una Segunda Reforma universitaria, que vaya más allá de la agotada Reforma de Córdoba.
Más tarde, con la llegada del gobierno aprista, el Minedu dejó de lado estos ímpetus reformistas. La iniciativa pasó a la Comisión de Educación del Congreso, la que está en manos del Partido Nacionalista desde el 2006, sin sospecha de neoliberalismo, donde, sin embargo, inútilmente se han discutido varios proyectos de nueva ley universitaria, sin resultado alguno. Se podría pensar ingenuamente que la homologación se ha detenido porque depende de recursos escasos en tiempos de crisis, lo que explicaría el incumplimiento de un compromiso de Estado y aún de la ley. Pero, ¿cómo explicar el desinterés del Congreso, de los congresistas nacionalistas, en trabajar seriamente en una nueva ley universitaria? Entonces, no se trata solamente de recursos escasos, ni de congresistas desinteresados en la educación, sino más bien de algo más complejo y propio de actualidad.
¿Cómo podría avanzar la homologación y cómo se podría promulgar una moderna ley universitaria que reflote a la universidad pública cuando los propietarios, accionistas o defensores del modelo de universidad negocio están en todas partes, en los partidos políticos, en Palacio de Gobierno, en el Minedu y en el Congreso? ¿Qué podríamos esperar de un ministro de Educación, impecable rector de una universidad negocio? Casi todos recordamos que la Fendup y los congresistas del Apra se pusieron de acuerdo, a fines del 2005, por conveniencias mutuas, para aprobar la no reelección de autoridades universitarias, lo que generó la protesta inmediata de la universidad privada y la enmienda de este dispositivo legal en el TC.
¿Por qué no se aprueba ahora la elección de autoridades en las públicas a través de la votación universal, ponderada, directa, secreta y obligatoria? ¿Por qué no se pone en marcha la homologación acompañada de un verdadero sistema de regulación que promueva la calidad en la educación superior peruana? No se trata de dinero escaso, ni de esperar que los legisladores se iluminen, ni de una nueva ley universitaria, sino de dar los primeros pasos para asegurar el futuro de la educación superior pública en nuestro país.

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Estudiante de la Facultad de Economia de la Universidad Nacional de San Agustin de Arequipa; cursando el X Semestre Perteneciente al Quinto Superior, con un promedio de 14.46